Hoy en día el arte de surcar olas o Surfing,tiene un gran desarrollo en el Perú ya que cuenta a lo largo de toda su costa con playas con las mejores condiciones de olas para su practica. Teniendo a Miraflores en Lima como su punto de mayor desarrollo y donde podremos encontrar playas para pricinpiantes y expertos,asi como academias que nos podrán asistir en el caso de necesitar clases practicas y teoricas.El Perú cuenta con reconocidas figuras a nivel mundial en el surfing.
El arte de surcar olas en el Perú viene de hace por lo menos cinco mil años, como parte de los entrenamientos orientados a mejorar y perfeccionar las habilidades pesqueras de nuestros antiguos pobladores costeños, y gracias al desarrollo de la navegación, los peruanos de antaño establecieron vínculos con pobladores de otras costas, incluida la Polinesia
Si tomamos en cuenta que en el Perú se han hallado pruebas arqueológicas e irrefutables (como ceramios, telares, frisos, piezas de orfebrería, etc.) de que este arte se practicaba hace por lo menos tres mil años en nuestras costas, nada nos impide afirmar, o al menos sugerir, que esta especie de práctica se popularizó en nuestras costas incluso con mayor anterioridad. Sin embargo, no hemos querido atribuir a la práctica de surcar olas en el Perú una antigüedad mayor que la que indican los hallazgos arqueológicos. Por citar sólo un ejemplo, podemos hablar del caso de Huaca Prieta, situada en el valle de Chicama, y sede de una cultura que se desarrolló en ese valle hace cuatro mil años. En Huaca Prieta se han descubierto los tejidos más antiguos de la época pre cerámica, tejidos que exhiben un grado tan alto de elaboración que ha llevado a diversos historiadores que allí se desarrolló una técnica primitiva de entramado con plantas silvestres, en la época de los cazadores-recolectores. Por otro lado, el hallazgo de redes y flotadores en la citada Huaca Prieta son contundentes evidencias arqueológicas de que el hombre de hace cuatro mil años practicó un tipo de pesca en el mar que requería necesariamente del auxilio de una embarcación. Tomando estos dos argumentos, podríamos afirmar que esa embarcación no pudo ser otra que el tup o caballito de totora (como se le llamó desde la llegada de los españoles), no sólo porque este material abundaba en la zona, sino porque los hombres de Huaca Prieta tenían la habilidad suficiente para trenzar los haces de totora y fabricar una balsa con la cual ingresar al mar para echar sus redes. Siguiendo este razonamiento, podríamos afirmar que el caballito de totora tiene al menos cuatro mil años de antigüedad en el Perú,
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